23 de marzo de 2015
A la comunidad universitaria:
Recientemente, el Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile y la comunidad universitaria en general han sido testigos de declaraciones publicadas por la Decana de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) y por el Instituto de Historia y Patrimonio de dicha Facultad. De ellas se desprende su posición contraria a la demolición del inmueble que años atrás albergó a la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas ubicada en Vicuña Mackenna 20, donde la Universidad de Chile, respondiendo a una necesidad histórica, construirá un nuevo edificio. Al respecto, manifestamos lo siguiente:
Desde su creación en 2001, el Instituto de Asuntos Públicos ha carecido de espacios e infraestructura adecuada. Nuestros estudiantes, año tras año, han hecho el justo reclamo por las precarias condiciones en las que se ha materializado su paso por la Universidad de Chile. En 2010 el Instituto de Asuntos Públicos tuvo que abandonar el Palacio Matte, antigua sede de su carrera de Administración Pública, dado los graves daños que sufrió con el terremoto. Por ello, en cinco años nuestros 500 estudiantes de pregrado han pasado por cuatro sedes distintas, varias de ellas arrendadas y ninguna de las cuales ha tenido los estándares necesarios para la actividad académica. De esta forma, las diferentes unidades que componen al INAP permanecen disgregadas en tres sedes, lo que dificulta el correcto funcionamiento del Instituto.
La necesidad de una infraestructura digna fue recogida por las autoridades de la Universidad de Chile y es la que ha impulsado nuestro interés por construir un nuevo edificio en Vicuña Mackenna 20. Comenzamos a dar los primeros pasos de este proyecto en 2010, siempre en miras de llegar a una sede donde pudiéramos estar todos reunidos.
El proyecto de Vicuña Mackenna 20 no sólo beneficia al INAP, sino a numerosas unidades de nuestra casa de estudios: El nuevo edificio incluirá también al Instituto de Estudios Internacionales (IEI), al Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC), a la Dirección de Relaciones Internacionales y al Departamento de Postgrado y Postítulo de la Universidad de Chile. Se trata de un proyecto que cohesiona el Campus Andrés Bello de nuestra casa de estudios, al crear un eje con la Facultad de Derecho, la Facultad de Economía y Negocios y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, reforzando la visibilidad de la Universidad de Chile en el centro de Santiago, y optimizando las posibilidades de intercambio e interacción entre unidades académicas.
Asimismo, el nuevo edificio de Vicuña Mackenna 20 revitalizará el entorno de Plaza Italia no sólo con la vida académica, sino también con el quehacer cultural. El CEAC incorporará en el edificio a la Orquesta Sinfónica de Chile, al Ballet Nacional Chileno y al Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, así como una sala de conciertos. Se potenciará, entonces, un polo cultural en la Plaza Italia, un punto central de Santiago, que se articulará con otros espacios cercanos dedicados a las artes. La Universidad de Chile cumple así su rol público, al disponer la actividad cultural en un espacio central y accesible para todos los ciudadanos.
Este proyecto ha seguido un largo proceso que ha incluido la aprobación unánime del Senado Universitario, del Consejo Asesor de la Rectoría y del Consejo Universitario en 2014. Más aún: En todo este lapso no ha habido objeciones al proyecto por parte de otras unidades académicas de la Universidad de Chile.
Sin embargo, como hemos señalado, hoy surgen algunas voces que se oponen a esta necesaria construcción en Vicuña Mackenna 20. El Instituto de Historia y Patrimonio de la FAU manifiesta su rechazo a toda "demolición, mutilación o menoscabo" al inmueble que actualmente permanece en dicho terreno: Esto no sólo significa la inviabilidad del proyecto del nuevo edificio para las unidades académicas antes mencionadas, sino también de cualquier otro que pudiera realizarse en ese céntrico espacio.
La oposición a la construcción de un nuevo edificio en Vicuña Mackenna 20 puede traducirse en un significativo retraso en el proyecto y en la posibilidad de que todas las unidades académicas involucradas en él accedan a mejores condiciones para su correcto desempeño. Detener el plan de Vicuña Mackenna 20 significaría buscar otro terreno, iniciar un nuevo proyecto y condenar a nuestros estudiantes a perpetuar esta ya larga espera por espacios que cumplan con los estándares adecuados.
Como Instituto de Asuntos Públicos solicitamos que las autoridades de la Universidad de Chile y la comunidad universitaria se apeguen a lo que los órganos superiores de nuestra casa de estudios ya han aprobado unánimemente. Esperamos que respalden el derecho de los estudiantes, profesores y funcionarios de las unidades académicas involucradas en el proyecto de Vicuña Mackenna 20 de contar con una sede digna.
Instituto de Asuntos Públicos
Universidad de Chile
