Para hablar sobre los desafíos que la gestión a nivel estatal deberá enfrentar en el futuro próximo, el profesor Carles Ramió, académico de Ciencia Política y de la Administración de la Universitat Pompeu Fabra dio la clase magistral "La inteligencia artificial y la administración pública" en la ceremonia de inauguración del año académico 2019 del Magíster en Gobierno y Gerencia Pública.
En su intervención, el profesor Ramió se refirió a varios cambios que experimentan hoy los gobiernos en el mundo, por ejemplo, respecto del rol que cumplirían los partidos para seleccionar a las élites gobernantes. "De entre sus militantes y afiliados los partidos eligen a quienes gobernarán. Pero eso ya no es así siempre. ¿Quién eligió a Donald Trump? No lo hizo el Partido Republicano", afirmó el académico, en referencia al posicionamiento del empresario como candidato sin haber hecho una carrera en dicho partido.
Respecto del rápido progreso de la tecnología, el profesor Ramió señaló: "La administración pública tiene que liderar la cuarta revolución industrial, que es la revolución de la inteligencia artificial y la robótica".
El desafío es muy actual: en Europa se discute dar personalidad jurídica a los robots, lo que podría suponer cambios en las responsabilidades en el caso de accidentes con automóviles sin chofer. Asimismo, el aeropuerto Changi de Singapur es operado en gran medida por robots: la registro de equipaje facturado, el paso por policía, la revisión de seguridad y, finalmente, el abordaje al avión se realizan interactuando sólo con máquinas, no personas.
Según explicó, los dispositivos que operan con estas tecnologías son hoy mayoritariamente desarrollados por entes privados, de acuerdo a sus propios requerimientos y necesidades, lo que supondría una desventaja y un riesgo para el Estado. "La administración pública no va a resistir a vivir en una burbuja y, cuando se quiera abrir, se va a limitar a adquirir los dispositivos creados por el sector privado. Y entonces el sector privado asfaltará a la administración pública", advirtió.
Así, por ejemplo, explicó que hoy la administración pública utiliza algoritmos "pero con criterios tecnológicos de tipo privado". "Hoy estamos todos manipulados por algoritmos que son privados. En Estados Unidos hay algoritmos que dictan sentencias. Y en Twitter los usuarios están totalmente manipulados por los algoritmos. Éstos detectan las posiciones ideológicas de los usuarios y les muestran la información de mayor calidad de los que piensan como ellos, para reafirmar esas ideas, y la opinión más débil de quienes piensan diferente, para reafirmar el rechazo a ellos", planteó.
